Hacer ejercicio físico de forma regular, evitando así el sedentarismo, es clave para mantener un buen estado de salud. Lo ideal es combinar el deporte con hábitos saludables, como una dieta equilibrada que aporte los nutrientes necesarios al organismo para que funcione de manera óptima.
La actividad física otorga importantes beneficios ya que contribuye a la prevención de enfermedades crónicas, como la diabetes o la hipertensión, mejora la salud del corazón, enriquece el estado muscular y cardiorrespiratorio, y favorece la flexibilidad y la movilidad, entre otros. Además, el deporte es un gran aliado a nivel emocional al reducir los niveles de estrés y ansiedad.
Uno de los principales objetivos de muchas personas a la hora de practicar una rutina de ejercicios es reducir la grasa en la zona abdominal para lograr una tonificación adecuada. Sin embargo, para alcanzar este objetivo, es necesario llevar a cabo una rutina global combinada con una alimentación sana y variada.
En primer lugar, hay que entender que «para lograr un vientre plano de nada servirá hacer muchos abdominales, puesto que este ejercicio ayuda a tonificar, marcar y fortalecer el músculo, pero aplanarlo depende de nuestra dieta junto con el ejercicio, y no solo de abdomen en específico, sino global. No por hacer más abdominales se te verán más»,